Friday, September 28, 2018

ELECCIONES EN LA ANFP DE CHILE: “El lienzo ‘Harold sinvergüenza’ lo tenía de fondo de pantalla”





Harold Mayne-Nicholls, ex presidente del fútbol chileno y hoy candidato a reasumir el cargo, dice que los años le quitaron el personalismo. Aborda su relación con Ruiz Tagle y La Moneda. También, la disciplina de la Roja.


Harold Mayne Nicholls (57) asegura que su postulación a la ANFP es multifactorial. “Lo primero, yo doy 200 charlas en el país durante el año. En los últimos siete años, debo haber dado mil. De las mil, en 990 me preguntaban cuándo vuelve a la ANFP. Es demasiado potente el mensaje que me da la gente. No podía obviarlo. Es una suma larga. Esto no implica que vaya a volver. En el juego de la democracia, la derrota está siempre presente”, dice.
¿Qué considera su programa?
Al revés de lo que pasó en 2006, he optado por un camino distinto. Ir a los clubes y preguntarles ‘qué opinas’. Según eso, sacar un proyecto donde habrá participación. Eso sí, hay una creciente necesidad en devolver la imagen, ante la opinión pública, del fútbol.
Dicen que usted es personalista…
Ponga una fotografía mía del 2007 y una actual y se dará cuenta. Para bien, hay muchísimas canas. Y eso va enseñando. Para ese momento, era necesario eso, pero para este, no. Y capaz que ni para ese momento. Uno va aprendiendo. La primera vez que fui a la Patagonia con un proyecto de la fundación (Ganamos Todos), la charla sería a las tres y ya eran cinco para las tres. Alguien me dijo ‘el que en la Patagonia se apura, pierde su tiempo’. Ya no tengo ese apuro. Ahora quiero que el tema sea de largo plazo y no que termine como terminó, que no me gustó.
¿Usted se las sabía todas?
Si soy elegido presidente de la ANFP y en 2022 vuelven a decir lo mismo, quiere decir que no aprendí nada, que soy un burro.
Universidad de Concepción lo apoya, ¿quién más?
Ese es un juego al que no quiero ingresar, porque puedo ser injusto. Puede que alguno me haya dicho que lo quería estudiar y yo lo tomé como que quería estar….
¿Cómo pretende relacionarse con quienes fueron sus opositores?
Es parte de la democracia. Nadie es monedita de oro. Si alguien tiene ideas distintas y nos manejemos en un área de respeto, no tengo ningún problema. No tengo ganas de andar en una lucha que se arranque de esa área. No lo haré, porque ya estoy muy viejo.
También se dijo que su salida fue articulada desde La Moneda.
Como en la canción de Julio Iglesias, ‘dicen tantas cosas, que ya no saben qué decir’. Da lo mismo.
¿Pero hubo algún poder político tras su desestabilización?
No. Tengo muchísimos amigos que en ese tiempo eran del gobierno. Tengo una muy buena amistad con el ministro de Defensa, Alberto Espina. Y cuando vi en lo que podía terminar esto, me junté con él y le dije ‘esto no puede ser’. Él era senador. Nos juntamos en su casa en la noche previa a la segunda elección. Estaba, también, Peter Hiller, de la U. Les dije ‘esto no puede ser, ustedes tienen que hacer algo’. Le dije a Peter que tenía que ser el candidato. Y para todos es conocido que Alberto fue senador, ahora es ministro y siempre fue cercano al presidente. Esa teoría, nunca se me ha ocurrido ni investigarla. Nunca me ha interesado. ¿Para qué? Como dice Daddy Yankee ‘lo que pasó, pasó’. Es un sabio ese cantante.
¿Se reunió ya con Colo Colo?
Hemos tenido alguna conversación con gente de Colo Colo, pero no con Gabriel (Ruiz Tagle).
¿Piensa conversar con Ruiz Tagle?
Obvio. Es el presidente del club más importante del país.
¿Le pedirá su respaldo?
No. A nadie le he pedido abiertamente su respaldo. Les he dicho lo que quiero hacer. ‘Por qué no me aportas para que construyamos entre todos y después decides’.
Usted criticó la relación de ByN con la Garra Blanca. Y colgaron un lienzo: “Harold sinvergüenza”…
Ese lienzo lo tengo en mi computador. Durante muchos años fue el fondo de pantalla, para poner los pies en la tierra. Ahora lo cambié por una foto familiar.
¿Tan fuerte le llegó?
Sí. Quiere decir que hay gente que piensa que eres distinto y listo. Ahora, no por ganar el voto de alguien saldré a alabar a las barras bravas. Sigo diciendo que uno de los grandes dramas que tiene nuestro fútbol son las barras bravas. Lo que hizo la de Colo Colo en el partido con la U merece la mayor de las sanciones, aunque esto me traiga un problema con Colo Colo. No es posible que a un deportista lo ataque una barra con una bengala, porque si lo llega a golpear… Ojalá que desaparecieran las barras bravas. Causan daño, no beneficio. Nosotros, los de Antofagasta, éramos 25 el domingo y les ganamos.
Salah anunció que no será candidato. ¿Cambia mucho el escenario?
Es lo mismo que si yo en la conferencia hubiese anunciado que lo de ayer fue una broma del Día de los Inocentes. Cualquier cambio trae transformaciones. Un voto de un lado hacia otro es doble. El universo es muy chico.
¿Cómo habría que interpretar la decisión de Salah?
Habría que preguntarle a él. Lo único que puedo decir es que es un tremendo aporte desde que jugaba, de toda la vida. Me parece que debería seguir vinculado desde el punto de vista técnico, de visualizar las políticas de largo plazo. No se puede dejar de lado su experiencia.
¿Qué opina de la gestión de Salah?
Le tocó una tarea muy dura: limpiar todo lo que había dejado la administración anterior. Sé cómo van apareciendo conejos. Además, sucedieron cosas impresentables, como que un directorio aprobó que los abogados del presidente fueran financiados por la asociación. Impresentable.
¿Tiene idea de cómo encontrará financieramente a la ANFP?
Ojalá que todo lo ordenada que dicen que está, sea así. Y si no, agarrar la pala y la picota y ponerse a trabajar. Yo viví en la pobreza en la ANFP. Hoy, a cada club le llegarán US$ 3,2 millones por el CDF. Antes eran US$ 3,5 millones para todos.
Lo que sí ha sido complicado y a usted le tocó vivirlo, es la indisciplina en la Selección.
Es que yo no creo que haya resultados si no hay disciplina. En nada en la vida. Todos tenemos que entender eso. Ese es un principio que yo no transo. En la indisciplina no hay triunfo.
¿El reglamento de Selección será prioritario?
Jamás nunca quise tenerlo. No le encuentro ningún sentido. ¿Pa’ que? Si te portaste mal, no te llamo más. Y punto. ¿Pa’ qué estar castigando? Es algo tan absurdo. El que no cumplió las normas, el entrenador tendrá que saber: ‘yo no cumplí las normas, el entrenador no me invita más’. ‘Es que es el mejor’. Sí, pero no es capaz de cumplir las normas. Ahora, si el entrenador no es capaz de hacer cumplir las normas, quiere decir que al directorio no le interesan las normas. Y se acaba el tema. Y a mí me interesan las normas. Si algo le pedí a Marcelo Bielsa cuando vino, y lo he dicho mil veces, fue disciplina.
¿Rueda debe seguir siendo el técnico de la Selección?
Suena extraño, pero tengo una amistad con Rueda sin sospechar que iba a ser el técnico de la Selección. Lo conozco hace tiempo, a comienzos de este siglo. Eso no ha cambiado. Yo, feliz de que siga.
¿Se plantearía buscar a Bielsa ante alguna eventualidad con Rueda?
Cuando se vaya Rueda y me hayan elegido, usted viene y me hace la pregunta. Todo lo otro es ciencia ficción. Y a mí nunca me ha gustado la ciencia ficción. Hoy, Marcelo tiene un contrato en un club donde le está yendo muy bien, yo no soy presidente de la ANFP y hay un entrenador con contrato vigente en la ANFP

Cristiano Ronaldo accuser comes forward with details of alleged 2009 rape in Las Vegas; Not Ronaldo’s first rape allegation

A legal settlement over an alleged rape in 2009 has resurfaced with Cristiano Ronaldo. (AP Photo)
A Las Vegas woman is reportedly challenging Cristiano Ronaldo over a 2009 legal settlement in which the soccer superstar agreed to pay her $375,000 to keep silent over an alleged sexual assault.
Kathryn Mayorga came forward Friday as the victim of the alleged incident, speaking withGerman publication Der Spiegel. Claiming that Ronaldo raped her anally at the Palms Place Hotel in Las Vegas, Mayorga is now attempting to void her non-disclosure agreement settlement according to Reuters.
Per Reuters, Ronaldo has denied all of what his lawyers called “blatantly illegal” accusations and reportedly plans to sue Der Spiegel for “an inadmissible reporting of suspicions in the area of privacy.”

What Cristiano Ronaldo’s accuser is claiming

Der Spiegel had previously reported on the existence of the settlement and the alleged incident last year, reporting Mayorga under the pseudonym Susan K.
At the time of the alleged rape in 2009, Mayorga was reportedly 25 years old and met Ronaldo in the VIP section of a Las Vegas nightclub. At the time, Ronaldo was well in his prime and nearing a massive £80 million transfer to Real Madrid. Mayorga claimed the following happened in a letter written during her legal battle and confirmed them with Der Spiegel on Friday:
In the letter that she wrote to Ronaldo, K. describes what happened later that night of partying. She writes that she gave him her number. That he called her later and invited her to a party. Afterward, they went to his penthouse. When K. arrived together with a girlfriend, she writes that Ronaldo and his friends climbed into the Jacuzzi. And that he offered her swimwear. She claims that he followed her as she went to change, and that the two kissed. But K. writes that this wasn’t enough for Ronaldo. She writes that she wanted to go back to the others. She continues that he took her and put her on the bed. That she used both hands as she attempted to protect herself. “I screamed NO NO NO NO NO NOOOO over and over I begged you to stop. I was never so scared in my life,” K. writes in the letter.
After it was over, Ronaldo allegedly turned to her again and supposedly said 99 percent of the time he was a good guy, but that he doesn’t know what happened to that 1 percent. That’s what K. writes in her letter.
Mayorga said she has since faced emotional trauma from the incident, a common occurrence with sexual assaults.
“I’ve had like these serious breakdowns,” she told the magazine. “And again, blaming of the rape. And I blame him, and I blame myself for signing that thing.”

Not Ronaldo’s first rape allegation

Ronaldo had previously been arrested and questioned over allegations in 2005 that he had raped a woman in a London hotel, but that case was eventually abandoned by Scotland Yard due to insufficient evidence. Ronaldo was 20 years old at the time.

Why Kathryn Mayorga is now coming forward

Mayorga seems to be facing a massive risk over coming out against Ronaldo, as their non-disclosure agreement reportedly contains clauses obliging her to pay back the $375,000 from the settlement as well as any actual damages caused to Ronaldo according to Der Spiegel.
Despite all that, Mayorga said she had multiple reasons to come out against Ronaldo.

LATIN AMERICAN PRE-HISTORY AND HISTORY 2016: La ciudad inca en Santiago que Pedro de Valdivia ignoró





En 2012 los investigadores Gonzalo Sotomayor y Rubén Stehberg afirmaron que a la llegada de los españoles la capital ya era una importante sede del Imperio cusqueño. Una excavación en el Museo Histórico comprueba la tesis que cambiaría la visión sobre el origen de Chile.

LATIN AMERICAN PRE-HISTORY AND HISTORY 2016: La ciudad inca en Santiago que Pedro de Valdivia ignoró


Hallazgo En 2012 los investigadores Gonzalo Sotomayor y Rubén Stehberg afirmaron que a la llegada de los españoles la capital ya era una importante sede del Imperio cusqueño. Una excavación en el Museo Histórico comprueba la tesis que cambiaría la visión sobre el origen de Chile.

 
Fue a fines de 2011 cuando el historiador Gonzalo Sotomayor llegó a la oficina de Rubén Stehberg, jefe del área de arqueología del Museo de Historia Natural, con un dato clave. Luego de bastante tiempo descifrando y estudiando los archivos eclesiásticos de los dominicos, Sotomayor había dado con el sitio más probable  donde el Imperio Inca habría levantado una de sus sedes administrativas principales. “Me dijo haber encontrado el testimonio de un indio de origen peruano, Gaspar Jauxa quien dice que el camino del Inca partía en el centro de Santiago ‘desde la casa de Doña Ysabel de Caseres donde están los paredones biexos de las casa del inga’ (sic), en lo que sería hoy  calle Puente con Catedral. Nunca había tenido una ubicación tan exacta”, recuerda hoy Stehberg, quien en 1975 se graduaba de arqueólogo con una tesis donde ya planteaba la idea de que en la ribera del Mapocho existía un centro administrativo del Tawantinsuyo a la llegada de los españoles. La información de Sotomayor reavivó la hipótesis, pero para comprobarla había que remover tierra.
Gracias a un proyecto Fondecyt,  lograron ese mismo año excavar bajo el Museo de Arte Precolombino y la Catedral de Santiago, donde justamente encontraron importantes fragmentos incas: a fines de 2012 la publicación Mapocho incaico revolucionó  a los historiadores, generando voces a favor y en contra. No se detuvieron. En estos últimos cuatro años las excavaciones se ampliaron a toda la cuenca del río Mapocho, incluyendo el cerro Chena, la quebrada San Ramón y sitios en Apoquindo, Tobalaba, Peñalolén y Quilicura, donde encontraron desde alfarería y cerámica cusqueña hasta cementerios indígenas. Hace tres semanas iniciaron los trabajos en uno de los patios del Museo Histórico (que el público puede visitar hasta el 31 de julio), donde   otra vez hallaron fragmentos de cerámica inca. La investigación que por estos días está en su punto álgido, también ha sufrido un duro revés. En marzo pasado, Gonzalo Sotomayor falleció producto de un cáncer. Tenía 42 años.
“Fue una enfermedad muy agresiva. Lo perdimos y quedamos cojos, él proveía de documentación histórica clave. Teníamos tantos planes”, lamenta Stehberg. En dos meses más publicará Mapocho incaico norte, documento que logró completar junto al historiador de la UC; mientras que con el resto del equipo compuesto por la arqueóloga Claudia Prado, el geólogo Juan Carlos Cerda y ahora con la ayuda de Emma de Ramón, conservadora del Archivo Nacional y Miguel Lecaros, asistente de Sotomayor, planean concluir Mapocho incaico central, parte final de la investigación.
Visiones y omisiones
La evidencia demuestra que a la llegada de los españoles  ya existía en lo que hoy es la Plaza de Armas un importante asentamiento dirigido por el gobernador inca Quilicanta, quien incluso habría ayudado a la expedición de Diego de Almagro y más tarde al propio Pedro de Valdivia.
Este centro habría tenido una importante red vial, con acequias donde se practicaba la hidroagricultura y extracción de minerales como plata y oro, además de conectar con provincias del Tawantinsuyo. Uno de los primeros indicios lo encontraron en  las actas del Cabildo de 1541 donde se indica que Valdivia fue nombrado gobernador “en el tambo grande que está junto a la plaza de esta ciudad” ¿Qué hacía un tambo -albergue incaico- en territorio chileno? El dato ya empezaba a echar por tierra la idea de que el conquistador había fundado Santiago de Nueva Extremadura en un peladero.
“Las cartas que Valdivia le envió al rey influyeron mucho en que los historiadores no profundizaran en el tema inca. En ellas no da cuenta de nada, es una visión europeocéntrica que invisibilizó el aporte indígena. Estaban más preocupados en destacar sus propios logros, querían deslumbrar al rey, pero lo cierto es que lo que hicieron fue aprovechar la ubicación que los incas ya había establecido. Valdivia dependía de los indígenas prácticamente para todo, incluso para comer, aunque terminaron destruyendo todo ese sistema”, afirma Stehberg.
Valdivia se habría encontrado con una ciudad en pleno funcionamiento, con plaza, edificios públicos, viviendas, depósitos y acequias, que incluso en  1536 habría sido saqueada por españoles de la expedición de Diego de Almagro, quienes se llevaron a vírgenes mamaconas consagradas para la deidad solar, según el relato del cronista Padre Rosales. Además en las excavaciones en el Pucará Chena, Stehberg y Sotomayor encontraron una plataforma ceremonial, de la que el arqueólogo no quiere dar más detalles “hasta que se libere la publicación oficial”, dice. La momia del Niño del Cerro El Plomo, sería otra de las piezas clave.
“Lo interesante es que aunque el Tawantinsuyo en el Perú desapareció por el 1532, en el valle del Mapocho siguió funcionando hasta el 11 de septiembre de 1541”, dice el arqueólogo. La exactitud de la fecha se debe a que ese día cientos de indígenas asaltaron y quemaron la ciudad, provocando la ira de los españoles sobre todo la de  Inés de Suárez, compañera de Valdivia, quien mandó a degollar al cacique Quilicanta, culpado de la sublevación. “Eso marcó el final del Tawantinsuyo en  nuestras tierras”, dice Stehberg. Aunque para la historiografía nacional, el dominio inca siempre fue invisible.  Todo está por reescribirse.

LATIN AMERICAN PRE-HISTORY AND HISTORY 2016: La ciudad inca en Santiago que Pedro de Valdivia ignoró

Hallazgo En 2012 los investigadores Gonzalo Sotomayor y Rubén Stehberg afirmaron que a la llegada de los españoles la capital ya era una importante sede del Imperio cusqueño. Una excavación en el Museo Histórico comprueba la tesis que cambiaría la visión sobre el origen de Chile.

 

Fue a fines de 2011 cuando el historiador Gonzalo Sotomayor llegó a la oficina de Rubén Stehberg, jefe del área de arqueología del Museo de Historia Natural, con un dato clave. Luego de bastante tiempo descifrando y estudiando los archivos eclesiásticos de los dominicos, Sotomayor había dado con el sitio más probable  donde el Imperio Inca habría levantado una de sus sedes administrativas principales. “Me dijo haber encontrado el testimonio de un indio de origen peruano, Gaspar Jauxa quien dice que el camino del Inca partía en el centro de Santiago ‘desde la casa de Doña Ysabel de Caseres donde están los paredones biexos de las casa del inga’ (sic), en lo que sería hoy  calle Puente con Catedral. Nunca había tenido una ubicación tan exacta”, recuerda hoy Stehberg, quien en 1975 se graduaba de arqueólogo con una tesis donde ya planteaba la idea de que en la ribera del Mapocho existía un centro administrativo del Tawantinsuyo a la llegada de los españoles. La información de Sotomayor reavivó la hipótesis, pero para comprobarla había que remover tierra.
Gracias a un proyecto Fondecyt,  lograron ese mismo año excavar bajo el Museo de Arte Precolombino y la Catedral de Santiago, donde justamente encontraron importantes fragmentos incas: a fines de 2012 la publicación Mapocho incaico revolucionó  a los historiadores, generando voces a favor y en contra. No se detuvieron. En estos últimos cuatro años las excavaciones se ampliaron a toda la cuenca del río Mapocho, incluyendo el cerro Chena, la quebrada San Ramón y sitios en Apoquindo, Tobalaba, Peñalolén y Quilicura, donde encontraron desde alfarería y cerámica cusqueña hasta cementerios indígenas. Hace tres semanas iniciaron los trabajos en uno de los patios del Museo Histórico (que el público puede visitar hasta el 31 de julio), donde   otra vez hallaron fragmentos de cerámica inca. La investigación que por estos días está en su punto álgido, también ha sufrido un duro revés. En marzo pasado, Gonzalo Sotomayor falleció producto de un cáncer. Tenía 42 años.
“Fue una enfermedad muy agresiva. Lo perdimos y quedamos cojos, él proveía de documentación histórica clave. Teníamos tantos planes”, lamenta Stehberg. En dos meses más publicará Mapocho incaico norte, documento que logró completar junto al historiador de la UC; mientras que con el resto del equipo compuesto por la arqueóloga Claudia Prado, el geólogo Juan Carlos Cerda y ahora con la ayuda de Emma de Ramón, conservadora del Archivo Nacional y Miguel Lecaros, asistente de Sotomayor, planean concluir Mapocho incaico central, parte final de la investigación.
Visiones y omisiones
La evidencia demuestra que a la llegada de los españoles  ya existía en lo que hoy es la Plaza de Armas un importante asentamiento dirigido por el gobernador inca Quilicanta, quien incluso habría ayudado a la expedición de Diego de Almagro y más tarde al propio Pedro de Valdivia.
Este centro habría tenido una importante red vial, con acequias donde se practicaba la hidroagricultura y extracción de minerales como plata y oro, además de conectar con provincias del Tawantinsuyo. Uno de los primeros indicios lo encontraron en  las actas del Cabildo de 1541 donde se indica que Valdivia fue nombrado gobernador “en el tambo grande que está junto a la plaza de esta ciudad” ¿Qué hacía un tambo -albergue incaico- en territorio chileno? El dato ya empezaba a echar por tierra la idea de que el conquistador había fundado Santiago de Nueva Extremadura en un peladero.
“Las cartas que Valdivia le envió al rey influyeron mucho en que los historiadores no profundizaran en el tema inca. En ellas no da cuenta de nada, es una visión europeocéntrica que invisibilizó el aporte indígena. Estaban más preocupados en destacar sus propios logros, querían deslumbrar al rey, pero lo cierto es que lo que hicieron fue aprovechar la ubicación que los incas ya había establecido. Valdivia dependía de los indígenas prácticamente para todo, incluso para comer, aunque terminaron destruyendo todo ese sistema”, afirma Stehberg.
Valdivia se habría encontrado con una ciudad en pleno funcionamiento, con plaza, edificios públicos, viviendas, depósitos y acequias, que incluso en  1536 habría sido saqueada por españoles de la expedición de Diego de Almagro, quienes se llevaron a vírgenes mamaconas consagradas para la deidad solar, según el relato del cronista Padre Rosales. Además en las excavaciones en el Pucará Chena, Stehberg y Sotomayor encontraron una plataforma ceremonial, de la que el arqueólogo no quiere dar más detalles “hasta que se libere la publicación oficial”, dice. La momia del Niño del Cerro El Plomo, sería otra de las piezas clave.
“Lo interesante es que aunque el Tawantinsuyo en el Perú desapareció por el 1532, en el valle del Mapocho siguió funcionando hasta el 11 de septiembre de 1541”, dice el arqueólogo. La exactitud de la fecha se debe a que ese día cientos de indígenas asaltaron y quemaron la ciudad, provocando la ira de los españoles sobre todo la de  Inés de Suárez, compañera de Valdivia, quien mandó a degollar al cacique Quilicanta, culpado de la sublevación. “Eso marcó el final del Tawantinsuyo en  nuestras tierras”, dice Stehberg. Aunque para la historiografía nacional, el dominio inca siempre fue invisible.  Todo está por reescribirse.

LATIN AMERICAN PRE-HISTORY AND HISTORY 2016: La ciudad inca en Santiago que Pedro de Valdivia ignoró

Hallazgo En 2012 los investigadores Gonzalo Sotomayor y Rubén Stehberg afirmaron que a la llegada de los españoles la capital ya era una importante sede del Imperio cusqueño. Una excavación en el Museo Histórico comprueba la tesis que cambiaría la visión sobre el origen de Chile.

 

Fue a fines de 2011 cuando el historiador Gonzalo Sotomayor llegó a la oficina de Rubén Stehberg, jefe del área de arqueología del Museo de Historia Natural, con un dato clave. Luego de bastante tiempo descifrando y estudiando los archivos eclesiásticos de los dominicos, Sotomayor había dado con el sitio más probable  donde el Imperio Inca habría levantado una de sus sedes administrativas principales. “Me dijo haber encontrado el testimonio de un indio de origen peruano, Gaspar Jauxa quien dice que el camino del Inca partía en el centro de Santiago ‘desde la casa de Doña Ysabel de Caseres donde están los paredones biexos de las casa del inga’ (sic), en lo que sería hoy  calle Puente con Catedral. Nunca había tenido una ubicación tan exacta”, recuerda hoy Stehberg, quien en 1975 se graduaba de arqueólogo con una tesis donde ya planteaba la idea de que en la ribera del Mapocho existía un centro administrativo del Tawantinsuyo a la llegada de los españoles. La información de Sotomayor reavivó la hipótesis, pero para comprobarla había que remover tierra.
Gracias a un proyecto Fondecyt,  lograron ese mismo año excavar bajo el Museo de Arte Precolombino y la Catedral de Santiago, donde justamente encontraron importantes fragmentos incas: a fines de 2012 la publicación Mapocho incaico revolucionó  a los historiadores, generando voces a favor y en contra. No se detuvieron. En estos últimos cuatro años las excavaciones se ampliaron a toda la cuenca del río Mapocho, incluyendo el cerro Chena, la quebrada San Ramón y sitios en Apoquindo, Tobalaba, Peñalolén y Quilicura, donde encontraron desde alfarería y cerámica cusqueña hasta cementerios indígenas. Hace tres semanas iniciaron los trabajos en uno de los patios del Museo Histórico (que el público puede visitar hasta el 31 de julio), donde   otra vez hallaron fragmentos de cerámica inca. La investigación que por estos días está en su punto álgido, también ha sufrido un duro revés. En marzo pasado, Gonzalo Sotomayor falleció producto de un cáncer. Tenía 42 años.
“Fue una enfermedad muy agresiva. Lo perdimos y quedamos cojos, él proveía de documentación histórica clave. Teníamos tantos planes”, lamenta Stehberg. En dos meses más publicará Mapocho incaico norte, documento que logró completar junto al historiador de la UC; mientras que con el resto del equipo compuesto por la arqueóloga Claudia Prado, el geólogo Juan Carlos Cerda y ahora con la ayuda de Emma de Ramón, conservadora del Archivo Nacional y Miguel Lecaros, asistente de Sotomayor, planean concluir Mapocho incaico central, parte final de la investigación.
Visiones y omisiones
La evidencia demuestra que a la llegada de los españoles  ya existía en lo que hoy es la Plaza de Armas un importante asentamiento dirigido por el gobernador inca Quilicanta, quien incluso habría ayudado a la expedición de Diego de Almagro y más tarde al propio Pedro de Valdivia.
Este centro habría tenido una importante red vial, con acequias donde se practicaba la hidroagricultura y extracción de minerales como plata y oro, además de conectar con provincias del Tawantinsuyo. Uno de los primeros indicios lo encontraron en  las actas del Cabildo de 1541 donde se indica que Valdivia fue nombrado gobernador “en el tambo grande que está junto a la plaza de esta ciudad” ¿Qué hacía un tambo -albergue incaico- en territorio chileno? El dato ya empezaba a echar por tierra la idea de que el conquistador había fundado Santiago de Nueva Extremadura en un peladero.
“Las cartas que Valdivia le envió al rey influyeron mucho en que los historiadores no profundizaran en el tema inca. En ellas no da cuenta de nada, es una visión europeocéntrica que invisibilizó el aporte indígena. Estaban más preocupados en destacar sus propios logros, querían deslumbrar al rey, pero lo cierto es que lo que hicieron fue aprovechar la ubicación que los incas ya había establecido. Valdivia dependía de los indígenas prácticamente para todo, incluso para comer, aunque terminaron destruyendo todo ese sistema”, afirma Stehberg.
Valdivia se habría encontrado con una ciudad en pleno funcionamiento, con plaza, edificios públicos, viviendas, depósitos y acequias, que incluso en  1536 habría sido saqueada por españoles de la expedición de Diego de Almagro, quienes se llevaron a vírgenes mamaconas consagradas para la deidad solar, según el relato del cronista Padre Rosales. Además en las excavaciones en el Pucará Chena, Stehberg y Sotomayor encontraron una plataforma ceremonial, de la que el arqueólogo no quiere dar más detalles “hasta que se libere la publicación oficial”, dice. La momia del Niño del Cerro El Plomo, sería otra de las piezas clave.
“Lo interesante es que aunque el Tawantinsuyo en el Perú desapareció por el 1532, en el valle del Mapocho siguió funcionando hasta el 11 de septiembre de 1541”, dice el arqueólogo. La exactitud de la fecha se debe a que ese día cientos de indígenas asaltaron y quemaron la ciudad, provocando la ira de los españoles sobre todo la de  Inés de Suárez, compañera de Valdivia, quien mandó a degollar al cacique Quilicanta, culpado de la sublevación. “Eso marcó el final del Tawantinsuyo en  nuestras tierras”, dice Stehberg. Aunque para la historiografía nacional, el dominio inca siempre fue invisible.  Todo está por reescribirse.

LATIN AMERICAN PRE-HISTORY AND HISTORY 2016: La ciudad inca en Santiago que Pedro de Valdivia ignoró

Hallazgo En 2012 los investigadores Gonzalo Sotomayor y Rubén Stehberg afirmaron que a la llegada de los españoles la capital ya era una importante sede del Imperio cusqueño. Una excavación en el Museo Histórico comprueba la tesis que cambiaría la visión sobre el origen de Chile.

 

Fue a fines de 2011 cuando el historiador Gonzalo Sotomayor llegó a la oficina de Rubén Stehberg, jefe del área de arqueología del Museo de Historia Natural, con un dato clave. Luego de bastante tiempo descifrando y estudiando los archivos eclesiásticos de los dominicos, Sotomayor había dado con el sitio más probable  donde el Imperio Inca habría levantado una de sus sedes administrativas principales. “Me dijo haber encontrado el testimonio de un indio de origen peruano, Gaspar Jauxa quien dice que el camino del Inca partía en el centro de Santiago ‘desde la casa de Doña Ysabel de Caseres donde están los paredones biexos de las casa del inga’ (sic), en lo que sería hoy  calle Puente con Catedral. Nunca había tenido una ubicación tan exacta”, recuerda hoy Stehberg, quien en 1975 se graduaba de arqueólogo con una tesis donde ya planteaba la idea de que en la ribera del Mapocho existía un centro administrativo del Tawantinsuyo a la llegada de los españoles. La información de Sotomayor reavivó la hipótesis, pero para comprobarla había que remover tierra.
Gracias a un proyecto Fondecyt,  lograron ese mismo año excavar bajo el Museo de Arte Precolombino y la Catedral de Santiago, donde justamente encontraron importantes fragmentos incas: a fines de 2012 la publicación Mapocho incaico revolucionó  a los historiadores, generando voces a favor y en contra. No se detuvieron. En estos últimos cuatro años las excavaciones se ampliaron a toda la cuenca del río Mapocho, incluyendo el cerro Chena, la quebrada San Ramón y sitios en Apoquindo, Tobalaba, Peñalolén y Quilicura, donde encontraron desde alfarería y cerámica cusqueña hasta cementerios indígenas. Hace tres semanas iniciaron los trabajos en uno de los patios del Museo Histórico (que el público puede visitar hasta el 31 de julio), donde   otra vez hallaron fragmentos de cerámica inca. La investigación que por estos días está en su punto álgido, también ha sufrido un duro revés. En marzo pasado, Gonzalo Sotomayor falleció producto de un cáncer. Tenía 42 años.
“Fue una enfermedad muy agresiva. Lo perdimos y quedamos cojos, él proveía de documentación histórica clave. Teníamos tantos planes”, lamenta Stehberg. En dos meses más publicará Mapocho incaico norte, documento que logró completar junto al historiador de la UC; mientras que con el resto del equipo compuesto por la arqueóloga Claudia Prado, el geólogo Juan Carlos Cerda y ahora con la ayuda de Emma de Ramón, conservadora del Archivo Nacional y Miguel Lecaros, asistente de Sotomayor, planean concluir Mapocho incaico central, parte final de la investigación.
Visiones y omisiones
La evidencia demuestra que a la llegada de los españoles  ya existía en lo que hoy es la Plaza de Armas un importante asentamiento dirigido por el gobernador inca Quilicanta, quien incluso habría ayudado a la expedición de Diego de Almagro y más tarde al propio Pedro de Valdivia.
Este centro habría tenido una importante red vial, con acequias donde se practicaba la hidroagricultura y extracción de minerales como plata y oro, además de conectar con provincias del Tawantinsuyo. Uno de los primeros indicios lo encontraron en  las actas del Cabildo de 1541 donde se indica que Valdivia fue nombrado gobernador “en el tambo grande que está junto a la plaza de esta ciudad” ¿Qué hacía un tambo -albergue incaico- en territorio chileno? El dato ya empezaba a echar por tierra la idea de que el conquistador había fundado Santiago de Nueva Extremadura en un peladero.
“Las cartas que Valdivia le envió al rey influyeron mucho en que los historiadores no profundizaran en el tema inca. En ellas no da cuenta de nada, es una visión europeocéntrica que invisibilizó el aporte indígena. Estaban más preocupados en destacar sus propios logros, querían deslumbrar al rey, pero lo cierto es que lo que hicieron fue aprovechar la ubicación que los incas ya había establecido. Valdivia dependía de los indígenas prácticamente para todo, incluso para comer, aunque terminaron destruyendo todo ese sistema”, afirma Stehberg.
Valdivia se habría encontrado con una ciudad en pleno funcionamiento, con plaza, edificios públicos, viviendas, depósitos y acequias, que incluso en  1536 habría sido saqueada por españoles de la expedición de Diego de Almagro, quienes se llevaron a vírgenes mamaconas consagradas para la deidad solar, según el relato del cronista Padre Rosales. Además en las excavaciones en el Pucará Chena, Stehberg y Sotomayor encontraron una plataforma ceremonial, de la que el arqueólogo no quiere dar más detalles “hasta que se libere la publicación oficial”, dice. La momia del Niño del Cerro El Plomo, sería otra de las piezas clave.
“Lo interesante es que aunque el Tawantinsuyo en el Perú desapareció por el 1532, en el valle del Mapocho siguió funcionando hasta el 11 de septiembre de 1541”, dice el arqueólogo. La exactitud de la fecha se debe a que ese día cientos de indígenas asaltaron y quemaron la ciudad, provocando la ira de los españoles sobre todo la de  Inés de Suárez, compañera de Valdivia, quien mandó a degollar al cacique Quilicanta, culpado de la sublevación. “Eso marcó el final del Tawantinsuyo en  nuestras tierras”, dice Stehberg. Aunque para la historiografía nacional, el dominio inca siempre fue invisible.  Todo está por reescribirse.

Thursday, July 14, 2016